lunes, 30 de noviembre de 2015

Cuentos hechos con sueños V

Sueño loco
Autor: Nicolás Reyes

Me despierto. Estoy en mi cama. Siento frío y algo extraño. Miro la habitación y no se encuentra mi hermano. Busco si esta con mis viejos y tampoco se encuentra. Sensaciones raras, desesperación. No está en mi casa. De repente...veo por la ventana y estoy en un campo, sin nada alrededor. Siento confusión. No entiendo qué pasa. Mi hermano no está y yo estoy en un campo- me planteo. Veo una luz del cielo apuntando a una persona, esa persona es mi hermano. Veo como esa luz lo empieza a elevar para arriba. Corro, grito y grito pero no me escucha. Lo perdí. Mientras lloro de tristeza.



domingo, 29 de noviembre de 2015

Cuentos hechos con sueños: IV

La Despedida
Autora: Araceli Díaz

Ella estaba con su vestido azul. En un lugar incoloro, sin vida. ¿Todo negro?
Me llamó y me pidió que la acompañe. De repente el vestido se puso blanco
-¿Que le pasó a tu vestido? - le pregunté
.-Me estoy yendo - respondió.
Todo el lugar tomó vida . Estábamos en su casa aunque algo distinta .Y ella desapareció .
Entré a visitarla , ella seguía postrada en su cama , casi muriendo. El cáncer la consumió mucho el último tiempo .
La abracé fuertemente. Apareció mamá , se acercó en silencio sin decir nada .
La abuela me sostuvo muy fuerte y me dijo:

- Ya es tiempo, dejame ir .


Cuentos hechos con sueños: III

Profundidad
Autor: Franco Becerra

Una sombra en mi habitación, se desplaza en el techo. Tengo miedo pero solamente puedo observar. No me puedo mover ni hablar. Se acerca cada vez más hacia mí. Quiero escapar. Es inútil, las sábanas me aprietan. Siento muchas manos agarrándome, quiero pensar y no puedo. Mi cuerpo se torna frío. Siento la sangre congelada. Parece que estoy muerto.
Intento desesperadamente gritar, llorar. Mi saliva está seca, empiezo a cerrar los ojos, las manos me aprietan el cuello, estoy muriendo, no puedo respirar. No entiendo qué pasa.
Mi cama empieza a tragarse. En un instante me estoy ahogando en el mar. Estoy tragando agua. Ahí comienzo a pensar. Todo se acabó. No tiene sentido. Me dejo llevar hacia la muerte, caigo en la profundidad del agua.


jueves, 19 de noviembre de 2015

Cuentos hechos con sueños II

El hombrecito


Autora: Rocío Nusch


Todo empezó en esa casa. Una casa apagada, abandonada, triste. Un extraño hombre maltrataba a otros dos hombres. Era muy violento, agresivo y desagradable ver eso. Realmente raro. Estos dos hombres intentaron defenderse pero el otro los mató. No sé cómo pero fue horrible.

Me di vuelta y vi un vaso blanco. Me acerqué para verlo y apareció este hombre insoportable, dentro del vaso, como miniatura. Luego agarré un cuchillo y lo tiré dentro del vaso. Me dije a mí misma: ¡¡¡¡Noooooo!!! ¿Pero qué hice?

El vaso empezó a llenarse de sangre. Era muy irreal, era demasiada sangre para lo que era ese hombrecito.

Después de eso sentí alivio, no sé por qué. Parpadeé y vi que estaba en un lugar donde había mucho espacio y pasto. Anochecía.

Vi una pala y empecé a hacer un pozo redondo, muy profundo. Tiré el vaso con el hombrecito y luego lo tapé con tierra. Era de noche y el pasto se sentía mojado.

Aún me pregunto quiénes serían los otros dos hombres que estaban en la casa.



lunes, 16 de noviembre de 2015

Cuentos hechos con sueños I


Cosas extrañas

Autora: Johana Gonzalez

Cierto día la casa amaneció bastante extraña. Muy iluminada .

Era un día raro, con muchas nubes, pero la casa estaba como iluminada por dentro .

La familia actuaba normalmente . Mi mamá ponía la mesa , papá miraba la tele y mi hermanita jugaba al supermercado. Yo estaba parada observando .

De repente empezaron a entrar seres extraños .

¿Eran vampiros o zombies? No lo sabía pero lo presentía . En el lugar de la cara tenían una mancha negra .

Entraron a la casa , la atravesaron de puerta a puerta. Pasaron de largo y a mi familia no pareció llamarle para nada la atención. A mí sí, claro, era la única que los observaba. Pero no hice nada.





Caperucita de barrio




Autores: Diego Toledo y Nicolás Ruíz



Había una vez una guachina que iba de noche caminando por un pasillo. De pronto, se encontró con un chanta que le preguntó:

- Eh! Tenés un cigarro, amiga?
- No, no tengo.

La pibita siguió de largo con miedo y el chabón la empezó a seguir sin que se diera cuenta. Llegó a la casa de su abuela. El chabón, escondido detrás de un árbol la miró y después se metió por la ventana de atrás sin hacer ruido.

Angelita subió a la pieza de su abuela. La viejita le pidió un té. Bajó a hacerlo. Y en ese momento el flaco mató a la abuela ahogándola con una almohada. La sacó de la cama y puso en el ropero. Después de vistió con su camisón.

Angelita subió con el té. Vio que su abuela estaba tapada hasta la cabeza. Sólo se le veían los ojos.

- ¿Por qué te tapás tanto la cabeza, abuela? - preguntó.

Se acercó a la cama y la destapó. Se llevó una tremenda sorpresa. El hombre saltó de la cama y la atacó. Violó y mató a Angelita. Luego puso el cadáver junto con el de la abuela en el ropero.

El chabón salió por la misma ventana trasera sin que se dieran cuenta los vecinos. Se fue sin dejar ni una huella.




viernes, 13 de noviembre de 2015

Cadáver exquisito: Confundidísimos



Solo me encontraba ahí observando la situación. Pero desde cuándo? Yo que todo veo y no comprendo, pues esta fila es interminable.
Sigo parado en la fila, sin comprender cuál es el motivo de estar comprando tanta mercadería. Llegué al edificio donde la gente moría sin ningún motivo.
Y entonces, ahí me di cuenta de lo grave que había sido. Todo era extraño, muy raro, no lo entendía muy bien.
Nada se entendía, todos nos confundíamos, nadie  creía en nada, era todo distinto, y seguimos sin entender muy bien. ¿Porque apareció la aparición? Nos asustaba saber que era un ser extraño. 
Nada tenía sentido, pero seguíamos sin entender lo que había sucedido. Pero un día nos pusimos al día con todo lo que había quedado sin entender y de a poco éramos más sin entender.
 Todo sigue sin sentido. Y así pasaron los años y las cosas siguen igual. Todos sin entender  nada hasta el fin de los tiempos.


Autores por colores:  


Sebastián palma  

Franco becerra

Lucia nusch

Araceli Díaz


Johana Gonzales

Luciana Baldovino

                                                                                     Daiana correa



Tal vez en mí

Tal vez me desorientó el no poder ver por la ventana del colectivo o los pies de la gente, ya que me gustaba contar que tantas zapatillas había de cada color. Eso hacía más corto el viaje, parecía hacer de solo unos segundos todo el recorrido, aunque yo solo me conformaba con los cincuenta centavos sobrantes de los setentaicinco centavos por persona que papá había gastado en el viaje.
La bajada fue extraña, sin una palabra él bajo del colectivo, supongo que era mi turno de hacer lo mismo, siguiendo sus pasos veloces hasta el ruido irritante tan familiar de la plaza. Ese ruido que generaba mi padre cuando me impulsaba en algunos juegos.Supongo que hoy me toca hacer el trabajo a mí. Después de todo, en unos momentos pasadas las 10:20 A.M, tendré seis años.
Histérica mente me siguen gustando las hamacas, esas por las que rogaba a gritos y pataleos en mis recurrentes rabietas dignas del malcriado hijo del diablo, o como un gato cuando se lo levanta de una pata y luego se lo deja caer una y otra vez en ida y vuelta como el columpio. Y cómo olvidar las divertidas rabietas del ave al que se le sacude su jaula frenéticamente. Papá dice que confundo las cosas.
Es una lástima el que en casa nunca me hayan dejado tener mascotas, es lo que pasa cuando uno es un niño pues no lograba distinguir el dolor físico del emocional ya que sólo poseo el dolor físico, creo que soy un poco insensible.
Cuando me quise dar cuenta ya me encontraba en mi trance hamacándome automáticamente, tensionando las cadenas en cada ascenso y aliviándolo por unos segundos suspendidos en el aire antes de cada descenso. Del punto A al C pasando por el B como si fuese una matemática.
Mi parte favorita era verlo a mi Pa, ahí sentadito en un banquito de madera color celeste con finas terminaciones detalladas, algo raras y poco comunes. Lo veía en cada instante en el que yo me encontraba suspendido al final de mi empujón de pies con la mirada fija al frente dejándome llevar por la simple mecánica.
De pronto, al sentir mis pies rasgar bruscamente la fina arena, pude reaccionar. Deduje que no era mi plaza corriente, sino que dicha familiaridad solo era sostenida por la ilusión de mi ya transitada hamaca y la imagen de mi padre, al que ya no veía hace varios vistazos de reojo. ¿Será que transitando sobre algún objeto movible el tiempo me vuela, y por eso lo perdí de vista?

Freno, levanto mi mirada, levanto mi cuerpo y olvido levantar mi temprana madurez ya que estoy envuelto en llanto. No por algo material al igual que esa vez en la vidriera de esa lujosa juguetería, tal vez lloro por tristeza, tal vez fue culpa tuya. Pero lo importante es que estoy quien sabe dónde. Solo estoy seguro de que cuando me levanté de esta tabla olvidé mi infancia. Tal vez fue culpa mía.

jueves, 5 de noviembre de 2015

¡Chau Panza!
Autora: Johana Gonsalez 

Señores y señoras, ¡Llegó Chau Panza! ¡El nuevo reductor de panzas! Una crema exclusivamente hecha para gente que tiene dificultad para bajar de peso. Es un producto ideal, no es muy caro y es muy saludable. ¡Chau panza!
Le permite el menor esfuerzo. Sólo tiene que agitarlo y luego frotarlo sobre la panza. No importa si Usted señor o Usted señora, ha comido una vaca entera, con papás y algodón de azúcar de postre. ¡Pruebe, Chau Panza! Espere 10 minutos y al instante sentirá el efecto.
Chau Panza es un producto confiable y certificado por la OMS. No tiene efectos secundarios. Y además Chau Panza es muy cómodo, tiene el tamaño de una cajita de anillo. Es de un hermoso color celeste y tranquilamente podría llevarlo en su cartera o bolsillo. ¡No desaproveche esta oportunidad!

¿Qué esta esperando? ¡Chau Panza!